lunes, 17 de julio de 2017

Foucault IX: El orden del discurso.

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  Todas las sociedades controlan los discursos que se generan dentro de ellos para evitar aquellos que puedan resultar peligrosos. 

  Los procedimientos para el control y producción de discursos son:

  a) Procedimientos que se ejercen desde el exterior del orden discursivo:

  a.1) Quién puede hablar y quién no.

  a.2) Acerca de qué se puede hablar y de qué no y en qué circunstancias. Esto se hace a través de la oposición entre la cordura y la locura.

  a.3) Prohibiciones que se expresan en las formas del ritual o el tabú.

  a.4) Oposición entre lo verdadero y lo falso.

  b) Procedimientos desde dentro del orden discursivo:

 b.1) El comentario. Limita la producción de nuevos discursos al sentido que se encuentra escondido en los textos y que se trata precisamente de comentar. 


 b.2) Los grupos doctrinales o religiosos, los sistemas pedagógicos se apropian de los discursos y establecen la manera en que pueden circular. 


  Estos procedimientos encuentran apoyo en algunos de los temas clásicos de la filosofía: la idea de un sujeto fundador, de una experiencia originaria y de una mediación universal. 


  a) La idea de un sujeto fundador de sentido: la finalidad del discurso queda reducida a ser la expresión de su interioridad, pensamientos, recuerdos, sentimientos, etc...


  b) La idea de una experiencia originaria: se supone que el orden del discurso es la explicitación de un sentido que ya existe en la cosas y por ello basta con leerlo para poder decirlo. 



  c) La idea de la mediación universal supone que a través de las formas de intercambio de discursos -diálogos, réplicas...- se asciende hasta la instancia de la razón o el logos que los trasciende a todos. 



  A partir de estos tres temas, el discurso se pone de parte del significante, se anula en su realidad. Los signos terminan siendo finalmente solo signos, marcas de otra cosa. 



  Foucault quiere devolver a los signos su realidad de discursos. Para ello propone varios principios:


 a) Principio de inversión: considera, por ejemplo, el comentario o las disciplinas no como fuentes del discurso, sino como formas de limitación 

  b) Principio de discontinuidad:  ocuparse de los discursos como prácticas históricas cambiantes que no están regidas por la forma de ninguna palabra definitiva 

  c) Principio de especifidad: entender los discursos como una violencia que ejercemos sobre la realidad, en lugar de entenderlo como expresión de su sentido.

 d) Principio de exterioridad:  no partir del sujeto para encontrar el sentido y la estructura del discurso, sino de los discursos mismos. 

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