jueves, 29 de diciembre de 2016

Foucault IV: Una lectura de Kant.

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    Una lectura de Kant es un ensayo fundamental para interpretar al Foucault, sobre todo la obra que le dio estatus de intelectual reconocido en el mundo, Las palabras y las cosas, porque es aquí donde surge la idea de una analítica de finitud. 


   A partir de la obra kantiana, Foucault hace un diagnóstico de pensamiento contemporáneo. Abandona la crítica del cientificismo de obras anteriores y se centra en el humanismo.  


    De acuerdo con Foucault, la historia de las ciencias humanas y la problemática que ellas plantean arranca con Kant, y no con Descartes como se venía aceptando por todo el mundo académico. Y es porque a partir de Kant las ciencias humanas parten de la analítica de la finitud, que no es otra cosa que el intento de conocer al hombre desde el hombre mismo. Como decía Heidegger: el hombre piensa todo lo que existe desde el hombre y en dirección al hombre.

   Una lectura de Kant empieza diseccionando la formación de La antropología de Kant. A continuación pasa a analizar el lugar que ocupa la antropología, en tanto que conocimiento del hombre, en el pensamiento del filósofo de Königsberg. En sus primeros escritos, Kant pensaba que la antropología y la geografía física eran las dos caras de la misma moneda del conocimiento del hombre. Ambas estaban ligadas y debían colaborar en este proyecto común. Sin embargo, en su Antropología desde el punto de vista pragmático. El conocimiento del hombre ya no está ligado al conocimiento de la naturaleza, sino al conocimiento del mundo, es decir, del modo en que este lo percibe y se relaciona con él. Y aquí es donde el concepto de analítica de la finitud cobra especial importancia. Antes de Kant el pensamiento humano tomaba como referencia a Dios o cualquier otra forma de absoluto. Sin embargo, a partir de él, el hombre es consciente de sus limitaciones, tanto cognitivas -lo que conoce y hace- como físicas -la enfermedad y la muerte-, lo que llevará al conocimiento a tratar de encontrar el fundamento del hombre dentro del propio hombre. Esta nueva concepción de las ciencias humanas es la responsable de que en ellas ya no encontremos regularidades como en las ciencias naturales. 

    Foucault denuncia la confusión del antropología que supone buscar el origen/esencia del hombre tratando de sintetizar lo trascendental de la crítica filosófica -aspiración de universalidad- con lo disperso temporal. Según Foucault, toda la filosofía contemporánea puede ser considerada desde la perspectiva de la confusión constitutiva del proyecto antropológico kantiano, es decir, desde la tensión no resuelta entre tensión temporal y universalidad. Ninguno de los proyectos lo lograron.  La fenomenología  de Husserl, a la que había prestado especial atención, ya no puede ser la solución a la encrucijada. 

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