domingo, 11 de diciembre de 2016

5.3.2. El amor.

Resultado de imagen de matrimonio por amor
  

     Con frecuencia, las preguntas más evidentes son las más difíciles de hacer. Esto es debido a que todos, aunque no nos demos cuenta, mantenemos posiciones etnocéntricas de nuestra comprensión del mundo. Damos por sentado que nuestras visión del mundo es normal y natural, así que no nos planteamos por qué pensamos lo que pensamos o hacemos lo que hacemos. Creemos y actuamos así porque es lo natural y la respuesta nos parece tan evidente que ni siquiera la formulamos. Durkheim llamó a estas ideas acerca del mundo que consideramos evidentes y naturales representaciones colectivas. Y añadió que es a partir de ellas cómo construimos nuestro pensamiento y orientamos nuestro comportamiento -ya he hablado de las representaciones colectivas anteriormente.

    Pues bien. Esa idea de que dos personas se casan porque están enamoradas es una representación colectiva como la copa de un pino. Lo que pasa es que estáis tan acostumbradas a ella que ni siquiera os dais cuenta. Allí donde miréis, la ideología del matrimonio os transmite que su fundamento es el amor. De tan repetido se os ha pasado como algo más allá de toda duda. Veis a vuestros papás amorosamente casados después de tantos años, encendéis la televisión y os bombardean con películas y sitcoms de parejitas que se enamoran y se casan, y de niñas os leían cuentos que siempre terminaban en un apasionado matrimonio. Hasta los anuncios de las hipotecas bancarias incluyen una fotito de un amoroso matrimonio de cuarentañeros de buen ver. 


Resultado de imagen de anuncio hipoteca
Dos personas que, como se quieren, deciden ponerse
los grilletes de la hipoteca durante treinta años.



Resultado de imagen de pretty woman
Tontería.
A mí siempre ha fascinado Pretty Woman, una peliculilla romántica que vi más o menos cuando tenía vuestra edad. No me fascina por su calidad artística, que es más bien poca. Tampoco me interesan las interpretaciones. El único actor que me llena el ojo es Jason Alexander, que hizo de George Constanza en la gloriosa Seinfeld, pero lo cierto es que sale muy poquito. La película no tiene una gran dirección, ni una buena fotografía, ni siquiera una buena banda sonora. Lo que me flipa de esta película es que pese a que el argumento es total y absolutamente absurdo, varias generaciones se han emocionado y llorado con él. Richard Gere es un millonario espantoso que ha amasado una incalculable fortuna detectando empresas con dificultades económicas, lo que le permite comprarlas muy por debajo de su valor, para luego revenderlas por partes y forrarse. Un especulador sin escrúpulos en toda regla. Como era de esperar, está aislado en el aspecto sentimental. No tiene amigos verdaderos y, si no recuerdo mal, una de las primeras empresas que saqueó fue la de su padre. Una noche, después de discutir con una de esas novias que se acercan a los millonarios por su dinero, le prestan un deportivo carísimo y casi por casualidad contrata los servicios de una prostituta barata -Julia Roberts-. A continuación tienen lugar una serie de peripecias que acaban con el millonario y la prostituta enamorados, besándose en unas escaleras de emergencia con un ramo de flores en la mano. Por supuesto, Richard Gere se redime por amor y deja de ser un depredador económico. En lugar de aprovecharse de otra empresa en dificultades, decide ayudarla y hacer a partir de entonces negocios juntos. Todo un samaritano. Como dije, el argumento es absurdo. Antes me creo que Vin Diesel acabe con una todopoderosa organización terrorista que amenaza al mundo con armas nucleares compradas a gobiernos corruptos de la antigua Unión Soviética sólo con la fuerza de su brazo, que tragarme que un multimillonario especulador se casa enamorado con una prostituta barata. De lo de redimirse por amor es mejor ni hablar. No porque tenga nada en contra de la prostitución. Me parece una actividad muy digna, desde luego más digna que especular en bolsa, y cada uno acaba donde acaba por muchas razones. Lo siento muchísimo por las pobres mujeres que se ven obligadas a vender su cuerpo en una carretera comarcal. Es una putada y deberíamos hacer algo para cambiar esta mierda de mundo en el que hay mujeres que tienen que hacer eso para sobrevivir. Pero mucho me temo que nunca va a aparecer un multimillonario que las saque de la calle. Un cliente tal vez. Pero uno multimillonario jamás. Y sin embargo, no he oído a nadie nunca decir que esta película es una tontería. Incluso supongo que a alguna de vosotras os habrá gustado. Y es porque tenemos tan interiorizada la ideología del amor romántico, que vemos posible lo que nos cuentan ahí. 
Resultado de imagen de pretty woman beso escaleras
El besito final.



    Pretty Woman es un caso extremo, pero no deja de ser un caso más. Pensad en la cantidad de películas y cuentos que acaban en matrimonio amoroso. "Se casaron, fueron felices y comieron perdices". El protagonista, sea de la naturaleza que sea, supera una serie de pruebas a lo largo de su aventura. Me da igual que sea La Cenicienta, Blancanieves, Tom Jones, Speed -la lamentable película de Sandra Bullock y Keanu Reeves-, Los juegos del Hambre o Crepúsculo, esa historia de vampiros enamorados que estaba de moda hace unos años. Al final, como premio por haber superado todas esas vicisitudes, siempre hay un matrimonio amoroso que, precisamente por serlo, es sinónimo de dichoso. Se identifica así en el imaginario de la gente el matrimonio por amor con la felicidad. Parece como si, para ser feliz, bastase con encontrar el amor correspondido. Por supuesto, en ningún momento te hablan de lo que viene después de ese éxtasis de felicidad en el que los cónyuges se dan el "sí quiero". No te dicen nada del mal aliento de los esposos por la mañana, de ver al otro sentado en la taza del wáter, de la monotonía, de la caída de la pasión y la líbido, de desear sexualmente a otras personas, de las penurias económicas, de las desavenencias, ni de todas esas dificultades por las que pasan los matrimonios a lo largo de los años. 

Resultado de imagen de speed beso final sandra bullock
Otro besito final. En este caso Keanu
Reeves y Sandra Bullock en Speed. 
    Esta ideología del amor se extiende a los hijos. En la Edad Media europea las familias tenían hijos por muy diversas razones. Para las clases populares eran mano de obra barata. Para los nobles era una forma de perpetuar la estirpe. Y algo similar sucede en otras muchas culturas. Sin embargo, nosotros esperamos que nuestro matrimonio amoroso fructifique en unos hijos a los que también amaremos y que, a su vez, nos harán felices. Con esto no quiero decir que antaño o que en otras culturas no se quiera a los hijos. En absoluto. Claro que los quieren. Lo que estoy diciendo es que en Occidente los hijos forman parte del proyecto de vida ideal. Yo no tengo hijos ni los pienso tener. Y no sabéis la cantidad de veces que me he enfrentado a esta situación:

CURRO: 
Hola. 

PERSONA CUALQUIERA:
Hola. Cuánto tiempo. ¿Qué es de tu vida?

CURRO: 
Pues bien. Soy profesor, hace x años que me he casado y bla, bla, bla...

PERSONA CUALQUIERA: 
¿Estás casado?

CURRO: 
Sí.

PERSONA CUALQUIERA: 
¿Y niños? ¿Tienes ya hijos?

CURRO: 
No. Ni los voy a tener. 

PERSONA CUALQUIERA: 
Vaya, lo siento...

    Aquí suele tener lugar un silencio embarazoso. Al principio me esforzaba en explicar que no tengo hijos porque ni a Ana ni a mí nos da la gana, pero ahora ya paso, porque la mayoría de las veces, cuando lo decía, la otra persona me decía "ya..." y cambiaba de tema como si pensase que yo me estaba justificando por alguna incapacidad física. 

Resultado de imagen de familia feliz con hijos
Matrimonio al que sus hijos hace muy feliz.
    Como todo, estas son ideas generales. No quiere decir que absolutamente todo el mundo piense así. Hay muchas personas para las que el matrimonio por amor no tiene mucha importancia y otras a las que tener hijos nos parece un agobio. Se trata de tendencias generales, de caminos hacia los que nos orienta nuestra cultura. Dado que se trata de representaciones colectivas, la mayoría de la gente lo considera evidente y cree y se comporta en relación al matrimonio como acabo de explicar. Algunos no lo hacen. Y no son mejores por ello. Ni peores. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario