jueves, 30 de abril de 2015

Victor Turner: El proceso ritual. Estructura y antiestructura.



 De acuerdo con Victor Turner, las sociedades se componen de estructura social y communitas. La estructura social es la estructura jerarquizada de la sociedad que está íntimamente ligada a la propiedad y de la que, de hecho, es su justificación. Victor Turner toma este concepto de estructura social de la antropología social británica, para la que la sociedad es un sistema de posiciones sociales, pudiendo tener ese sistema una estructura segmentaria, jerárquica o ambas. Las unidades de esta estructura están constituidas por las relaciones entre estatus, roles y funciones. Según R. Firth,
En los tipos de sociedades normalmente estudiados por los antropólogos, la estructura social puede incluir relaciones críticas o básicas surgidas de modo similar de un sistema de clases fundado en las relaciones con la tierra. Otros aspectos de estructura social surgen de la pertenencia a otras clases de grupos permanentes, tales como clanes, casas, grupos de edad o sociedades secretas, y otras relaciones básicas tienen su origen en la posición ocupada del sistema de parentesco”1.

La communitas es el momento y el espacio social en el que las leyes jerárquicas de la estructura se difuminan hasta desaparecer. La communitas surge de la idea de que existe un vínculo entre todos los miembros de la sociedad y, por tanto, en ella todos los hombres son iguales. A juicio de V. Turner,
(la communitas) surge de forma reconocible durante el período liminal, es el de la sociedad en cuanto comitatus, comunidad, o incluso comunión, sin estructurar o rudimentariamente estructurada, y relativamente indiferenciada, de individuos iguales que se someten a la autoridad genérica de los ancianos que controlan el ritual”2.
En toda sociedad tiene que haber un equilibrio entre la estructura y la communitas, ya que, en caso contrario, perdería flexibilidad y las tensiones sociales podrían llegar a ser insoportables. Como dice Turner,

la acción estructural no tarda en volverse árida y mecánica si quienes participan en ella no se sumergen periódicamente en el abismo regenerador de la communitas. Lo más sabio es encontrar en todo momento la relación apropiada entre estructura y communitas bajo las circunstancias dadas de tiempo y lugar, aceptar cada modalidadd cuando es superior sin que ello signifique rechazar la otra, y no aferrarse a ninguna una vez que haya perdido el impulso momentáneo”3.

El mito y el rito forman parte del dominio de la communitas. De acuerdo con Victor Turner, hay dos formas de ritos de paso: los ritos de crisis y los ritos de inversión. Los primeros son ritos por los cuales el sujeto es transferido de forma irreversible de una posición inferior a otra superior. Es un rito de elevación de estatus en un sistema de posiciones sociales institucionalizadas4. Los segundos son ritos ligados a momentos regidos por el calendario que se repiten cíclicamente. Suelen implicar a una colectividad, y en ellos se da una inversión de las posiciones que ocupaban los individuos en la estructura. Durante la communitas, lo alto se pone bajo y lo bajo se pone alto. En este tipo de ritos, los individuos que pertenecen a posiciones estructurales inferiores imitan la categoría y las atribuciones de las superiores, hasta llegar a veces a disponerse en una jerarquía remedadora de los superiores: “Tales ritos pueden ser descritos como ritos de inversión de estatus y a menudo van acompañados de un comportamiento agresivo, tanto verbal como no verbal, durante el cual los inferiores insultan y hasta maltratan físicamente a sus superiores”5. Los ritos de crisis son los ritos de las clases dominantes, en los que los fuertes se hacen cada vez más fuertes, y los individuos ascienden por la pirámide social. Los ritos de inversión son los de los individuos puramente débiles. La humillación sólo tiene lugar durante la liminalidad, ya que será una inversión temporal, y supone un renacimiento para volver a empezar una nueva vida. Ejemplo de rito de inversión es el rito de paso del Kanongesha de los ndembu. En este rito, al futuro jefe de la tribu se le humilla insultándolo y obligándolo a comportarse como un esclavo. Ejemplo del rito de crisis es el carnaval, momento en el que toda la sociedad sale a la calle y todo le está permitido a los individuos: comportarse los hombres como mujeres, los pobres como ricos, la risa hiriente…7. Mientras que la naturaleza de los ritos de inversión invita a la risa, a la fiesta y al desenfado, y siempre tienen, por tanto, un componente cómico, los ritos de crisis son ambiguos. Los ritos de crisis poseen cierto componente serio, ya que el cambio de estatus ha de ser reconocido socialmente y, al mismo tiempo, durante la fase de liminalidad es frecuente que se humille a los neófitos, como hemos visto por ejemplo en el caso del rey ndembu, por lo que podemos encontrar elementos festivos y cómicos durante esta fase.

Victor Tuner


1 R. Firth, Elements of social organization, London, Watts and Company, 1951, p. 32.
2 V. Turner, El proceso ritual. Estructura y antiestructua, Altea, Taurus, 1988,  p. 103.
3 Ibidem, p. 145.
4 Cfr. Ibidem, p. 171.
5 Ibidem, cit, p. 171.
6 Cfr. Ibidem, pp. 106-108.
7 Cfr. M. Bajtin, La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento. El contexto de François Rabelais,cit.

1 comentario:

  1. El carnaval es un rito de inversión, no hay nada irreversible en él

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