sábado, 6 de diciembre de 2014

Jimmy y los medios de comunicación. Un par de apuntes más.




       Además de lo que dije el otro día a propósito del asesinato de Jimmy y del repugnante tratamiento del tema que están dando los medios de comunicación creo que debo añadir algunas cosas más:
        En primer lugar, es intolerable que la madre de Jimmy, a la que acaban de asesinar a un hijo, tenga permanente un batallón de reporteros delante de su casa y su tienda esperando a tomar imágenes suyas para que la nación entera vea la cara de la madre del hijo que ellos han convertido en un criminal apestado. Por si estos carroñeros del morbo no se han enterado, esa señora ha perdido a un hijo y su marido tiene alzeimer. ¿Es que esa gentuza ni siquiera puede respetar su dolor? ¿O es que quieren añadir al dolor de una madre el escarnio público? Y ya no hablo de la mujer y los hijos de Jimmy.

Bajo esta foto ponía "brutal agresión a un cámara que hacía su trabajo".
Evidentemente no está bien pegarle, pero hostigar a los miembros de una familia que ha perdido a un ser querido no es mucho mejor.

          En segundo lugar, quisiera decirles a todos aquellos que dicen que Jimmy se merecía ser asesinado por haber ido a una pelea pactada -insisto en que eso está por ver-, que tienen la doble moral del perro apaleado. Duros con los débiles, serviles con los amos. Anteayer nos enteramos del enésimo crimen de Rodrigo Rato. Sus tejemanejes en Bankia sirvieron para estafar a decenas de miles de personas en este país. Si alguno de esos estafados con las preferentes le pegase dos puñaladas y lo matase, nadie en su sano juicio aplaudiría el crimen y, desde luego, dudo mucho que en la prensa al servicio del capital oyésemos comentarios como que "se lo tenía merecido" o "si juegas con fuego, te quemas". Los delitos de Rodrigo Rato son bastante más graves que los que hubiese podido cometer Jimmy y, en caso de que sucediese una desgracia como que alguien lo matase, sería de un gusto asqueroso jalear al asesino. Porque no hay nada que justifique el asesinato. Repito: no  hay nada que justifique el asesinato. Y afirmar que Jimmy se lo merecía por ir a una pelea pactada es justificar el crimen.
        Esto de Rodrigo Rato me lleva a una tercera cuestión. Cuando asesinaron a Isabel Carrasco, el Gobierno se dio mucha prisa en sacar una ley para censurar cualquier comentario ofensivo que apareciese en internet. Ya en su momento dije que me parecía un atentado gravísimo a la libertad de expresión y que la excusa de que era para prevenir la incitación a la violencia era muy pobre (aquí). Sólo se trataba de proteger a los suyos, como lleva haciendo la casta política de este país mucho tiempo. Pues bien, el tiempo me ha dado la razón. En España hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. A todos los que vertieron comentarios de muy mal gusto sobre Isabel Carrasco en la red los acusaron de incitar a la violencia. De los infinitos comentarios despectivos sobre Jimmy, entre los que llegué a ver salvajadas como que "ahora las ratas nadan en el Manzanares", nadie ha dicho nada. Ni siquiera veo que esos medios de comunicación que tan prestos estuvieron en afear la conducta y pedir responsabilidades penales a los que insultaban a Isabel Carrasco, pedir lo mismo para Jimmy. Estos periodistas a sueldo del poder objetarán que Isabel Carrasco era una persona de bien y Jimmy un delincuente. Y yo les respondo que Isabel Carrasco era una persona de bien y Jimmy un yonki porque ellos construyen ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. 
         Por último quisiera dar mi apoyo a la actitud de Lendoiro. No soy sospechoso de lendoirista ni mucho menos, pero es el único personaje del mundillo del fútbol que no se ha comportado como un fariseo. Mientras que el lamentable Tino Fernández ahora cierra la grada de maratón y Enrique Cerezo dice que no puede echar a los ultras sin la ayuda de la policía -a este señor le recuerdo que Laporta y Florentino Pérez lo hicieron jugándose el tipo-, Lendoiro fue consecuente. Siempre trató y mimó a los Riazor Blues. Ahora que han caído en desgracia, podría hacer como Tino Fernández y huir como de la peste de los que antes mimó. O podría hacer como Cerezo y Gil Marín y denigrar en público a los que ampara y tomar medidas que no son más que maquillaje y les permitirán seguir campando a sus anchas. Decir que echan al Frente Atlético de la asociación de peñas, pero que no pueden denegar el acceso al estadio a ningún hincha porque tienen carnet es de chiste. Pero Lendoiro no hizo eso. Fue leal y consecuente con su pasado. Fue al entierro de Jimmy. Y con esto no quiero decir que Lendoiro hiciese bien mimando a los Riazor Blues en su momento. Sólo digo que es el único que no es un hipócrita.
           Fin. Sé que este post no está muy bien redactado, pero no tengo tiempo. Me voy a tomar un vino.

Lendoiro en el entierro de Jimmy.

         

No hay comentarios:

Publicar un comentario