martes, 2 de septiembre de 2014

Vidas cruzadas (Short cuts) (Robert Altman



    Como casi todas las películas de Robert Altman, Vidas cruzadas es una película coral con un elenco de actores alucinante Si en Pret-a-porter  el hilo conductor, el eje sobre el que giraban todas aquellas pequeñas historias,era el mundo de la moda, en Vidas cruzadas es una ciudad, un estado de ánimo, las pequeñas miserias cotidianas. Para desarrollar este impresionante bodegón, Robert Altman adapta varios relatos de Raymond Carver. Pocas veces en la historia del cine han encajado mejor un director y un escritor. Carver, con sus historias breves que no concluyen, pero que te sugieren toda una vida, es el paisaje perfecto para se inspire un director como Robert Altman. El producto final es este espejo de la vida de la gente corriente que no se desarrolla hasta el final, sino que se intuye tras esta colección de escenas. 
    Por ahí uno puede leer varias criticas a esta obra maestra:
    Unos dicen que es demasiado larga. Normal. Para contar tal cantidad de vidas, no lo iba a hacer en cuarenta minutos. Me sorprende que los que la tachen de larga luego se traguen una serie de televisión, que tiene cinco o seis o siete temporadas de unas doce horas cada una. 
     Otros dicen que le falta un hilo conductor, que es dispersa. Tal vez no sea tan compacta como Pret-a-porter, pero creo que queda bastante claro que el eje sobre el que gira la película es una ciudad en la que la gente corriente vive sus grandes y pequeñas tragedias cotidianas.
     Los que la acusan de que las historias no están desarrolladas hasta el final y que por lo tanto carece de clímax no entendieron absolutamente nada. Ni Carver, ni Robert Altman quieren cerrar las historias. Ofrecen escenas que sugieren una vida corriente, como la de cualquiera. Aquí hay que intuir, no ser un espectador pasivo. Como decía Lorca, la poesía está en el misterio.
    Lo único que me sobra es el crimen del final, porque es el único momento en que la película se escapa de las miserias cotidianas. Ya sé que hay quien me dirá que el crimen es algo inherente al ser humano y que nadie es ajeno a él. Pero es que todas las historias eran cosas que podemos vivir cualquiera de nosotros en cualquier momento y yo, por ahora, ni he asesinado a nadie, ni conozco a nadie que lo haya hecho.
     En cualquier caso, es un peliculón. Pero reconozco que no soy imparcial con esta crítica. Me declaro fan incondicional de Altman. Todos esos modernillos que flipan con Crash, Magnolia, Nueve vidas, Amores perrros, Babel o Pulp Fiction, que se enteren de dónde viene eso de hacer películas corales.

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